Sensaciones: Raúl
Fue en ese preciso instante cuando la chica cruzó el umbral de la barra del bar, se sumergió en ella y se dirigió con una amplia sonrisa hacia Raúl. Le vapuleó, le abrazó y le dio un leve beso en la mejilla. De esos que apenas se notan, pero que se sienten muy adentro, de esos que estremecen más al sentir la respiración del adversario que con el simple roce de unos labios sobre una piel con barba de tres días.
'Mi músico, mi dulce camarero'. Al separar sus caras pudieron comprobar la relativ
idad del tiempo a través de su mirada. Y es que, si apenas duró unas décimas de segundo, para ambos fue como una de esas tardes de conversación que tenían tan a menudo. Azul sobre marrón, marrón sobre azul. Miradas que hablaban de cariño, de respeto, de amistad. Ojos que compartían, cómplices, ese gran secreto que nunca, jamás, debería salir a la luz.
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Muchas gracias por comentar! Siempre es un placer haber conseguido sacarte un par de letras...