24/2/10

Diario de Nadie: ¿quién soy?

Soy yo, nadie, nada. Soy sólo el compendio de tu vida sumada a la de tus amigos, familiares y vecinos. Soy la voz popular en la que se mezclan risas, llantos, cantos, gritos... Soy tu voz, y la de Nadie en particupar.


No tengo nombre, ni edad, ni sexo, ni raza, ni siquiera número de DNI. Trabajo y estudio, pero no me dedico a nada en particular, y, a veces, no hago ni lo uno ni lo otro. Vivo en algún lugar, cerca de ti, pero a cientos de kilómetros. Si me preguntas por lo que hago en mi tiempo libre, quizá la respuesta sea muy parecida a la que me dieras tú.


Me sitúo en un mundo de ensueño que a veces se vuelve pesadilla, pero al que me aferro con todas las fuerzas de mi ser. Pase lo que pase, desgraciadamente la vida sólo te da la oportunidad de seguir para adelante.


He llorado con tus ojos, reído con tus labios y sentido con tu piel. Te he escuchado quejarte, y juntos, hemos disfrutado de las pequeñas satisfaciones del día a día. Estuve a tu lado cuando me necesitaste, pero también cuando pasaste de mí. Has pasado de amarme a repudiarme y de sentir que me odiabas a darte cuenta de que sin mí ya no podías vivir. Pese a todo, aún no te conozco, aunque lo sepa todo de ti.


Soy el padre, el amigo, el hijo, el profesor, el alumno, el vecino, el amante, el repudiado, el popular, el antisocial, el jefe, el obrero, el funcionario, el que sale por la tele, el que se cruza contigo por la calle, el que mató, el que luchó, el que sintió que la vida se terminaba sin sus besos, el que nunca se enamoró, el enfermo, el médico, el que tanto nos hizo sufrir, el Presidente del gobierno, el último eslabón de la cadena humana... Pero ante todo, soy yo, soy tú, soy Nadie.

18/2/10

Los Nadie... Prefacio, Diario de Nadie


Sueñan las pulgas con comprarse un perro, y sueñan los Nadie con salir de pobres,

que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte,

que llueva a cántaros la buena suerte,

pero la suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana ni nunca,

ni en lloviznita leve cae del cielo la buena suerte.

por mucho que los Nadie la llamen,

aunque les pique la mano izquierda o se levanten con el pie derecho,

o empiecen el año cambiando de escoba.


Los Nadie: los hijos de nadie, los dueños de nada.

Los Nadie: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida... jodidos, rejodidos .


Que no son aunque sean.

Que no hablan idiomas, sino dialectos.

Que no profesan religiones, sino supersticiones.

Que no hacen arte, sino artesanía.

Que no practican cultura, sino folclore.

Que no son seres humanos, sino recursos humanos.

Que no tienen cara, sino brazos.

Que no tienen nombre, sino número.

Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.


LOS NADIE, QUE CUESTAN MENOS QUE LA BALA QUE LOS MATA.




Eduardo Galeano.

12/2/10

¿Por qué iba a ser si no?



La noche de reyes, la sensación tras salir de una buena peli, el juguete favorito, su mirada, bailar esa canción a solas, las fresas con nata, los cuentos a media noche, el primer 'te quiero', sentir que puedes cambiar el mundo, mirar al infinito, el sonido del mar, los ataques de risa, aquella noche, los buenos recuerdos, el olor de la montaña, los buenos ratos frente al teclado, el orgullo por el aprobado que tanto ha costado, el primer coche, su voz, los que se han ido, los que están y los que vendrán, el chocolate, desnudarse rápido y meterse en la cama con más prisa aún, comer nocilla con los dedos, tener un hijo, aquella camiseta, las copas que se nos fueron de las manos, verle dormir, una tarde sola en casa, besarle, la ducha tras el deporte, el capricho del mes, conocer a un ídolo, el chasquido de las pipas, ver la lluvia desde la ventana, tirarse de golpe a la piscina, un café calentito, los sueños cumplidos y los que quedan por cumplir, el trabajo bien hecho, ver amanecer, disfrazarse, mirarse al espejo y verse guapa, sentir el calor de un abrazo, enamorarse, cantar mientras te das un baño, simplemente cantar,
Ver Amanecer (foto: JLRR)
tontear, el olor de su piel, ese cigarro, una buena conversación, pedir un deseo al ver una estrella fugaz, hacer un muñeco de nieve y tirarte con el trineo, escribir, el sonar de una guitarra, o de un piano, China, el brillo del sol tras el invierno, el sonido de un pájaro, los besos en la frente, las celebraciones, los viernes, quitarse la corbata, despeinarle, hacer el amor, contar batallitas, el color azul, el amor incondicional de una madre, un paseo nocturno, aquel brindis, su cuerpo desnudo, Quintanar de la Sierra, recibir un regalo, pintarse las uñas de los pies, los perros, la cerveza de trigo, los abuelos, quitarse los tacones, una buena foto, un jersey de rombos, el agua, los buenos amigos...