21/11/09

Es por Amor...


Siempre fui una persona muy descreida en eso del amor. Las malas experiencias que he tenido en mi vida me han hecho pensar que ese sentimiento no es más que la seguridad que nos ofrece sentir que nos quieren por encima de todo, que para alguien eres tan importante que no hay nada ni nadie que pueda suplir tu ausencia (o eso queremos pensar). Algo así como una constante subida de autoestima, que tanta falta nos hace a todos. Suelo darle una definición a ese sentimiento para defender mi tesis anti-romanticona; el amor no es más que una atración inicial que se va convirtiendo en pura obsesión. Posteriormente se convierte en cariño, aprecio, cotidianeidad, pero sobretodo en comodidad. La comodidad que supone no verte sólo en el mundo, poder acomodarte en la vida y hacer una inversión para el resto de tu vida. Resumiendo, tener alguien con quien cumplir el máximo designio de la naturaleza; la procreación.

Todo me queda muy científico y la gente suele tacharme de fría, de no dejarme guiar por el corazón. Muy pocos saben que siempre lo he hecho y nunca ha salido bien.

A veces me sorprendo pensando en el príncipe azul, cuando parece que conecto con alguien siempre me pregunto "¿Será él?". Suelo soñar con el día de mi boda, preciosa con mi vestido blanco y rodeada de la gente a la que amo, en especial de él, ese hombre que me hará vibrar, que lo dará todo por mi y que me demostrará día a día que es él y nadie más el encargado de hacerme feliz.

Trato de quitarme todos esos sentimientos de la cabeza, eliminar de un flashazo la visión de un hombre leal, fiel, amigo y amante. Me recrimino y empiezo a recordar todo lo pasado: los llantos, la rabia, la humillación, la tristeza, la desolación, la traición, la pena, la soledad...


Y veo una película cuyo tema central siempre es el amor, y leo un libro en el que los personajes terminan juntos, y veo a mis amigas hacer planes de futuro con sus respectivos, y voy a clase y me hablan de hijos, y paseo por las calles rodeada de parejas, y siempre bombardean con publicidad amoroso-sexual, y conozco a un chico, y 15 días después, huyo.

Y entre pensar y pensar se me va pasando la vida, sola, sin dolor, defendiendo una tesis de la que ni siquiera estoy totalmente convencida y negándome algo, que aunque sólo sea por una vez, me podría salir bien.